29.12.08

santos inocentes (cut them all)


...y cuando el Sol apareció como un fantasma, en Su espada brillaban gotas de deseo

arduas tareas

las historias que anidan en tu cabeza son interminables. tienes una (y hasta dos) para cada situación. ejemplificar aquí sería largo y tedioso. anidan en tu cabeza porque las has creado tú para que aniden en tu cabeza. son inventos. te contradices. no sabes cómo deshacerte de ellas. titubeas, siempre titubeas

y entonces inventas. vuelves a lo mismo

coges esto y aquello, como si estuvieses en un supermercado. en un minuto tienes algo hecho. un producto. has fabricado una historia. hay un guión urgido de imágenes. tienes una película editada. un 75% de ella, o más, te afecta directamente. en el fondo, pretendes “estrenarla” en cuanto se pueda. la idea es proyectarla no tanto en ti si no en los otros. sacarla a la luz y cerciorarte de que es real, de que encaja en lo que has imaginado

solías dedicar tu tiempo a esto hace años. eras un experto. superabas incluso tus propias expectativas. crees que esa etapa ha terminado

pero no. no del todo

hay historias que no han desaparecido. hay historias que permanecen como caspa y otras más que estás gestando como a embriones. podrías incluso numerarlas. ¿podrías? a lo mejor. pero no lo haces, claro. eso sería evidenciar tu neurosis, demostrar que no te enteras de la realidad, que quizás necesites ayuda. pensando en todo esto y en la imagen que le das al mundo, intentas dormir

ardua tarea

no lo logras. demasiado choque de suposiciones. demasiadas historias en la cabeza donde pastan ovejas negras que se niegan a saltar y a ser contadas

lunes

los domingos son así
telúricos,
tristes e insustanciales...
un crío abandonado
en un vertedero municipal
un día después
de haber venido al mundo

resi-dual

ahora que el cielo es más azul que un suspiro
retracto mis extremidades y me convierto en larva
el sol me acoge y el aire me corteja con esmero
la calma de un recuerdo pasajero pero intermitente…
y me quedo aquí, sin prisas, inmerso en el olvido
nutriendo mis venas con lágrimas internas
el líquido vital que no desaparece, la dualidad eterna
entre el calor de los tupidos besos y el aroma del vacío

2.12.08

ocasos

tenía tan mala suerte que cuando le salieron las muelas del juicio, éstas ya venían cariadas

visión adictiva

las nubes
arriba
como explosiones
de azúcares
formando copos
de caramelo
y derivados
de cocaína

27.11.08

transcurso de días y horas

lo que ahora tengo y dejo
es lo que soy y seguiré siendo;
lo que tendré mañana
es lo que he sido siempre



24.11.08

façade


el viento enriquece con sangre de adormideras el muro donde se estrella cada atardecer borracho de celajes
[cuadro de hyung koo kang, en arco 2008]

conmemoración de la original epifanía

lo principal es bajar todas las persianas, cerrar todas las ventanas, asegurarse de que todos los pestillos de todas las puertas estén dados, sellar con cinta de embalaje todas las rendijas y obstruir con bolsas de plástico las rejillas de ventilación y los desagües, mover algunos muebles estratégicamente para crear obstáculos y bloquear los principales puntos de acceso/salida. luego lo de rigor: cerrar las llaves de paso del agua y del gas, bajar los automáticos del cuadro de luces y desconectar el cable de teléfono. hecho esto, ataviarse de la siguiente manera: traje Kevlar (o Nomex, según el gusto), máscara antigás y botas de soldador Fragua Plus S3. acto seguido, ubicarse en posición decúbito prono, empuñando firmemente cualquier objeto punzo-cortante y liberando la mente de toda idea piadosa. pasados estos 23 minutos máximos de preparación, cerrar los ojos y esperar. melchor, gaspar y baltasar podrían entrar en cualquier momento

vida

me explayo
en la turbulencia
de un tiovivo
como un anfibio graso
pesado y perezoso

17.11.08

lars von trier's dream

en aquella cantina los borrachos, luego de activar la rocola con ganas de buenas cumbias y compases, le gritaban a la ciega: ¡que braille, que braille!

estadio

dormir,
solo dormir
como un osezno
exhausto
de corretear
detrás de su madre,
haciendo monadas

3.11.08

multiplicación


cada vez que abro los ojos, la sensación de estar involucrado en algo que no me compete acelera mi pulso y desata mi reacción post-diluviana

los otros*

a ver: me rodean un vaso de papel (roto), un lápiz, un bloc de notas, un diccionario, una botella de cerveza (vacía), unos auriculares, un gorro de lana, una lámpara de noche (inservible), un candelabro y un espejo (sucio). todos en prodigiosa quietud, en envidiable calma y en silencio, como si estuviesen pintados; o mejor dicho, esculpidos en su entorno (que también es el mío), formando parte de un gran bajorrelieve que se me hace familiar, pero que no asimilo

al verme aquí, acompañándolos, siendo el único con la grata posibilidad de quebrantar la placidez con la que se comportan, me siento dichoso. podría aplastar el vaso, partir en dos el lápiz, deshojar el bloc de notas, destrozar el diccionario, mear en la botella vacía y estrellarla en la pared, pisotear los auriculares, deshilar la gorra, botar a la basura la lámpara, lanzar por la ventana el candelabro y destrozar el espejo

quiero decir, podría. pero hay un misterio en todo esto que me inquieta. en vez de rodearme podrían acorralarme. en vez de acompañarme podrían atacarme. no lo sé. su estática es sospechosa. a ellos se les podría unir una bota, un plato con restos de manzana, unos calcetines de invierno o bien un calendario. no están solos. nunca lo han estado

mientras le paso tijera a los calcetines o quemo el calendario, los otros se agruparían con otros más (los hay, es cierto) y mi vida correría un serio peligro. ¿para qué entonces las virtuales provocaciones? si eso es lo que piensan ermitaños y anacoretas, no me importa. sólo estoy tratando de apreciar el sacrificio que mi silla, por mencionar únicamente a alguien, hace al soportar el peso de mi inconformidad y desconcierto juntos; sobre todo hoy, que me es difícil vomitar injurias con viveza


*[extraído de Ratario (conmemoración de los posibles días), 2004 © rafael romero]

2.11.08

fobias

al enterarse de que también existían las escaleras eléctricas, además de las sillas del mismo apellido, aquel niño suspiró con descomunal gozo. debido a una de sus tantas fobias, gestaba la esperanza de que si, el rumbo se torcía, no tendría que morir sentado

20.10.08

i'm yours


...pero también quisiera distanciarme un poco de la muerte y de sus gingivíticas fauces

señal de la cruz

cuatro y media. ¿desea apagar el equipo ahora? la pantalla se sumió en una oscuridad de neón y de bytes muertos. se levantó de su silla y arrastró su cuerpo hasta la habitación. los ojos pesados como canicas de plomo. el inconfundible dolor en la nuca. los bostezos. la saturación mental. ya en la cama, pensó en el día que se le venía encima. ¿crisis? ¿paro? ¿hipoteca? no, él estaba protegido. nada de colas, de lunes asesinos ni de atascos. recordando algún momento de su infancia, llevó su mano derecha a la frente y… en el nombre del Google®, del Facebook® y del Espíritu Blogger®, amén

12.10.08

se sentía intranquilo. había dormido más horas de lo normal y recuperado sus fuerzas, pero no era suficiente. el espejo estaba allí, al lado de la cama, como una puerta fantasma, como una salida. pensar en que debía levantarse y acercarse a un objeto que seguramente reflejaría lo que era, no era precisamente una acción agradable para Baltasar. su cara aún conservaba rastros de lo que ocurriera un par de noches atrás, cuando había decidido armarse de valor y saldar cuentas. si tan sólo hubiera sido un poco más previsor y prudente. si tan sólo. un rosario de quejas atacó su cabeza con reiterados pinchazos en la sien y lo llevó a pensar que era el ser más imbécil de la tierra. las heridas de ese rostro que no deseaba imaginar estaban aún frescas y dolían. lo había hecho. había matado. por fin. eso mantenía en él una leve esperanza, aunque mejor habría sido aceptar su suerte de antemano. aceptar por una maldita vez que un ciego jamás podía matar su imagen en un espejo

efecto cotidiano


...aterido, con el plomo efervescentre corriendo por sus venas, testigo de sí mismo*
[cuadro de santiago ydañez, en arco 2008]


* tomado de Efecto cotidiano (novela inédita / rafael romero, 2008)

el paciente [r-6978]

dos son los únicos malestares que me atacan: verborrea, por comer arcaísmos, y verborragia, por inhalar tanta ironía

abarco

describo trayectorias que se acercan a tu cuello pero veo que dialogo con el resto de tu cuerpo

arrojadízimamente

se dice que por las noches
dibujadas con granizo
voy rastreando a tu fantasma /
que sin desearlo
al dar el mito de las doce
tu anticuado duendecillo
recomienda mis palabras /
que como siempre
ya no te encuentro en mi espiral
para agitar tu calma

5.10.08

bocado para gatos

más le habría valido a la mujer de Fidias continuar con sus quehaceres cotidianos y no mencionar nunca lo de los locos. ¿cómo pudo olvidar que lo de los locos estaba prohibido en casa, a la hora de explayarse en el sofá a echar la siesta que le sigue a la comida, con el noticiero de fondo a manera de bizarra canción de cuna? una mancha en el piso fue la causante de toda la historia. la forma de la mancha se plasmó en la mente de la rolliza hembra y algo la llevó a asociarla con el rostro de su esposo. jocosa como sólo ella, dejó que entre una risilla morbosa, su voz se escuchara en la sala. «mira, eso que hay en el piso se parece un poco a ti, Fidias, aunque pienses que son cosas de —aquí debería haberse detenido y escoger muy bien la próxima palabra— locos». Fidias se tragó la ira cual flema inmunda, fingió no escuchar nada, asintió dos o tres veces y volvió su vista hacia los ventanales. por la noche, justo cuando, acurrucado en un rincón de la sala en plena lucha contra el insomnio, se comía las uñas tratando de idear una forma verdaderamente efectiva de alimentar a sus gatos, se le vino a la cabeza algo mejor: matar a su esposa. y lo hizo, lo hizo como quien se prepara un bocadillo o se sirve un vaso con agua. al día siguiente, como lo escribiría enfáticamente en su diario (casi con lágrimas de entusiasmo y golpecitos en su escuálido pecho), sus gatos se dieron el gusto de comer algo que rayó en lo decente, lo cual lo colmó de la satisfacción más grande y lo hizo sentirse bien consigo mismo


[al fondo, muy al fondo de la casa hay una ventana que da a un patio; por ella se filtra la voz de Nick Cave versionando I’m your man, de Leonard Cohen, con emoción y trompetas]

plano cenital in vitro


ahora sé lo que hay entre catódicas cegueras y siniestralidades borgianas: recuerdos a la inversa

solsticio boulevard

porque no hubo estación ese año
que me cobijase entre su seno,
volé, concebíme difunto en pleno cielo...
crecíame la barba internamente
y en la punta de mis alas
anidábase un infierno

27.9.08

patético-futuro


como un reflejo de la realidad, la infancia se desintegró en el prisma de los años venideros

spleen

agotado y sin minutos, llegas a la cita. debes esperar en una sala antes de que alguien saque la cabeza por la puerta y te indique que pases. tratas de calmar tu agitada respiración y coges una revista. finges leer, pero ves de soslayo y por encima de la revista. no estás solo. una mujer frente a ti. una pareja a tu derecha. un viejo a tu… ¿qué hace un viejo aquí? mientras cavilas en eso, la puerta se abre, aparece la cabeza; bueno, medio cuerpo. sus ojos te buscan, te encuentran, tú asientes y entras. cuéntame, te dice. por razones que no vale la pena detallar, sientes más confianza en algún desconocido que te encuentres en skype, que en ella. ves un reloj de pared que no encaja con el decorado de la habitación y, en vez de decir, bueno, me parece que ese reloj debería estar en otra parte o sucede que (aquí se te quiebra un poco la voz) anoche soñé que era un sincero y efusivo e-mail que viajaba pletórico por el ciberespacio entrando ―por una chimenea imaginaria― en millones de cuentas de usuario, pero en calidad de ¡spam!, dices: bueno, no me pasa nada, en realidad, sólo es que últimamente me aburro un poco, dado que… la mujer te observa mientras hablas y, omitiendo informarte que sufres de un “problema de interfases” (ella intuye tu sueño, aunque se lo ocultes), te dice: ¿conoces el facebook?

la diferencia

algún día tendré alas
y olvidaré mis palabras inmaduras,
los vástagos de mi silencio;
y me guiaré por el desorden
de las estatuas erigidas, y luego,
después de los días subterráneos,
resucitaré y la tierra
echará de menos mi fanfarria,
sus nutrientes clamarán mi nombre
y añadiré motivos a mi vida

musical

de tantas iglesias julio parece no estar disfrutando de un plácido domingo

20.9.08

jeringas

mari carmen prepara su viaje. quiere cruzar el atlántico y saber si es cierto eso de las tribus y las selvas vírgenes sudamericanas. escuchó a los de la mesa de al lado hablar del tema. anoche. hoy, firme en su decisión, ha pedido quince días en su trabajo. el hombre de la agencia de viajes (mari carmen no confía en las compras on-line) le indica que debe asistir a una delegación de Sanidad para vacunarse antes del viaje. mari carmen no quiere ser tonta, no es su estilo. esa tarde, luego de los múltiples pinchazos contra la fiebre amarilla, malaria, dengue, paludismo, tétanos y fiebre tifoidea, decide terminar sus gestiones preventivas con algo de Botox, por si las moscas

kierkegaard

espero que comprendas
que mi intención no es escribirte
sino sentarte frente al espejo
y donarte la sustancia de mis sombras

catatonia


ahora el viento se encarga de columpiar tendederos y el cielo ya no estan azul ni tan despejado

arte inflamable

¿y si en esta lengua del sarcasmo,
receptáculo de la embriaguez
que poco a poco me envejece,
se zambullesen tus medusas coloquiales?
el calor de tu carisma también sería el mío,
el verdadero sentido de una vida,
la inflamable vida de tu vida
en la absurda vida de mi vida...

13.9.08

el muro


háblame, aunque creas que no pueda responderte

remojo

echaremos las redes
y en la trizteza
encontraremos
un cardumen de palabras
y las diremos en alto
para que existan
en el eco de una noche larga

pero no lo hagas

juan lo ha vuelto a hacer. ha desobedecido. de nada han servido las advertencias, los reproches, los regaños. es como hablarle a un niño de cinco años que sabes que volverá a hacer la misma travesura. poco o nada sirven las palabras que le dices. seguro que te escucha, medita y se arrepiente. dos horas más tarde, la tentación le puede y lo hace, lo vuelve hacer. ¿será un tarado? dice que es inconsciente, que no se da cuenta del error hasta que ya lo ha hecho. he decido no volver a insistir en el tema, que haga lo que quiera, que siga perdiendo su tiempo. a juan parece que le da igual. en fin, quizás sí que sea un tarado. un conocido mío, intelectual él, dueño de una persuasión envidiable, habló con él, con juan. quedaron en un café y eso. juan le prometió (con compungidos arrumacos) que no iba a volver a caer en la trampa, que esta vez era definitiva, que luego de la última vez había empezado una terapia mental para fortalecerse. se despidieron a las 5, ayer. hoy lo ha vuelto a hacer. sí, juan, ¿quién más? no ha pasado ni un día. está leyendo epifanía doméstica de la nostalgia pura, como tú. ¿en qué idioma estaremos hablando?

3.9.08

decir azul*


cuando no puedo expresar lo que veo digo azul, cuando no puedo hallar la palabra exacta digo azul, azul, siempre azul


*según Olvido-Pan

a salvo

cerró con cuidado, bajó las escaleras (muchas), abrió la puerta del portal y se echó a andar dirección Metro Desconocido. en su mano viajaba un cigarrillo sin encender; lo llevaba como guardándolo del frío. el breve trayecto de su casa a la Estación no le impedía encenderlo pero sí fumárselo entero. nada de cosas a medias. tres trasbordos. algunos rostros conocidos debido a la rutina. una hora de camino hacia su… ¿Trabajo Ejemplar? invierno. seis de la mañana. en el vagón, un individuo de ligeros rasgos latinos, barba de días, abrigo gris oscuro y vaqueros azules percudidos por el uso desmedido, observaba con curiosidad disimulada la mano que colgaba justo en frente. pobre cigarrillo, pensó, lo veo allí, escondido en esa mano y me imagino que es un condenado a muerte que, al salir a la intemperie, será encendido de inmediato y morirá incinerado… ¿sabrá que esa mano es… su Capilla Ardiente?

al llegar a la Estación Final, la máquina se detuvo, las puertas se abrieron y hombre y cigarrillo salieron abriéndose paso entre viajeros apresurados. caminaron por el largo pasillo. andando, aprovechó para guardar en su mochila un libro y buscar… ¿un mechero? el cigarrillo, mientras tanto, había sido colocado en el ángulo que forma el pabellón de la oreja y la cabeza. al empujar la Puerta de Salida, una fuerte corriente de viento hizo que el cuerpo se echara un poco hacia atrás, girara su cabeza con cierta brusquedad y produjera la repentina e imperceptible caída del cigarrillo. a pocos pasos detrás de él, otro pasajero notaba el accidente y sonreía como… ¿aliviado? el cigarrillo sintió que una mano como bajada de las Alturas lo cogía con cuidado. afuera, justo al lado de la entrada a la Estación, una valla de dos metros y medio circulaba el jardín de un… ¿Museo? el cigarrillo voló por los aires y calló violentamente en el pasto. allí estarás a salvo, le dijo en voz baja. la cola de su abrigo gris oscuro se agitó por el viento mientras se alejaba de la valla y cruzaba la calle

la peste

cuando el rumor de la peste llegó a sus oídos, huyó calderón de la barca, juana inés de la cruz, bartolomé de las casas y garcilaso de la vega

planeo

el mar eres tú
movimiento infinito
de espuma y de sangre caliente...
yo sólo soy un pelícano
que vuela a ras de ti
pescando restos de tu alma

30.8.08

parábola de la labor literaria

a todo aquél que se haga llamar escritor


No hay manera, se lamenta Filemón tras levantarse del inodoro. Su rostro pálido, como el de un desertor decepcionado, atraviesa la reducida habitación desde el baño hasta la puerta. Tres días después, su vientre se asemeja al de una mujer en cinta. Esporádicos gases malolientes le proveen un hálito de esperanza, tomando en cuenta que ninguno de sus rudimentarios métodos para evacuar ha dado resultado. Al sexto día, un ataque de lucidez entumece su rostro. Escudriñando su estómago cae en la cuenta de que, desde el inicio de lo que él creía un simple estreñimiento, no había forma posible de defecar puesto que llevaba días sin probar bocado. Todo tiene su lógica, se reprocha. Filemón vive en la calle, debajo de un puente. Lo que más le duele son los 75 centavos que pagó por usar un baño en condiciones, en vez de haber comprado pan y entonces sí: defecarlo más tarde, detrás de un arbusto de algún parque, junto a sus camaradas. El resultado, como ahora lo ve, habría sido el mismo.

prolongación (warning)


no permitas que quimeras salgan de paseo desde mi boca
[cuadro de pilar albarracín, en arco 2008]

mentiras

cabrá decir y habráse visto
que fui tu esclavo
y que soñé ser libre
cabrá mentir y habráse visto
que tú tambien
y que soñaste demasiado

28.8.08

guantánamo (eterno galeote)


y vi, y dije, y permanecí adentro, siempre adentro...

cotidiano

suena la alarma y mientras abres los ojos no recuerdas por qué has dejado pasar tanto tiempo sin desprogramarla. sales de la cama y no te importa llevar otra vez la misma ropa de hace una semana. otro día. huyes de casa. afuera, eres un individuo gris, desaliñado, somnoliento, con aliento a perro muerto. bebes café en el bar de como se llame y empiezas a internarte mansamente en los avatares del día. con falso interés, lees los titulares de los periódicos, pagas y te echas a andar por la calle.

un libro viaja contigo. lo has cogido al azar de tu inmensa librera. lo abres mientras caminas. una foto cae al suelo. la recoges y la limpias con la manga de tu camisa. se ha manchado de algo líquido. ¿saliva? hmmm... observas la imagen. eres tú. ocho años. alzabas los brazos mientras tu madre se disponía a lanzarte una pelota de plástico. el patio de tu casa era tan grande como tu sonrisa. una hilera de recuerdos se apodera del momento. aligeras el paso para no recordar y te distraes viéndole el culo a la cuarentona que llevas delante.

el Metro está ahí, lo tienes en frente. el Metro te divierte. siempre que entras te sientes arropado y disfrutas de cientos de miradas frías y gestos anodinos. vas de una estación a otra. juegas con el ascensor de cada vestíbulo. sabes cómo entretenerte. por la tarde, presintiendo el arribo de una tenue dosis de tedio y luego de haber comprado libros que no leerás, discos que no escucharás y ropa que sólo te pondrás una vez, vuelves a casa. en la esquina, regalas el libro (foto incluida) a un borracho que te pide una moneda.

entras en casa. tiras las bolsas. te repugna el hecho de comprar sin ningún motivo. el sofá te espera. duermes, duermes como un osezno cansado de corretear detrás de su madre, haciendo monadas. duermes sin reparar en el tiempo. luego, abres los ojos. las 2 a.m. a tientas, buscas tu cama a la vez que te desnudas. la encuentras. la funda está helada. ¿y tú? tú estás solo, como un grillo en un recóndito rincón de un sótano en una casa enorme, inmunda, abandonada.

18.8.08

síndrome de darío


en plena vigilia, veía cisnes... con los ojos cerrados, desnudos, desemplumados

poema de la pasión

lo que quería el corazón
era ofrecerme excusas,
su manera de violar mi noche
haciendo añicos al poeta,
causando incendios torpes
en donde hubiese fetichismo,
agudizando los sentidos
hasta morir en el intento;
lo que quería el corazón
era ofrecerme una merluza

cada cual con lo suyo

fue un carnaval muy peculiar, la verdad. cada cual llevaba lo suyo: leopoldo alas, manolito gafotas, pedro navajas, truman capote, javier marías, peter pan, antonio banderas y günter grass, para que la cosa estuviese entretenida

16.8.08

lógica del gemido

nada tan maravilloso como soplarte al oído mi estación de espuma

invasión


mi temor era ridículo, se basaba en suponer que estas cosas no pasaban

13.8.08

simbólica-avícola

eso que llaman paz es un estado utópico, un engaño del tamaño del bocio de una ballena azul interplanetaria, como la felicidad y la vida eterna, farfulló mientras era conducida por un agente. molesto, y ya en la patrulla, éste le sugirió que callase, que ya estaba bien de despotricar sin motivos, que se buscara un pretexto más convincente; el hambre, por ejemplo. lo he hecho porque no creo en la paz, insistió, a regañadientes. en el asiento del copiloto, una bolsa de Zara con diez palomas muertas y una botella de vinagre.

in órbita

yo sólo soy un pérfido planeta que se quedó sin habitantes

11.8.08

hairy pussy cat


deja que maulle entre tus piernas

gift

el fin del mundo
como feto
que se enfrenta
a sus entrañas
como un día siguiente
que se flagela
luchando
para darte serenata

IQ -25

en un pequeño pueblo alrededor de Ashland, Kentucky, John ve la tv con su hijo Terry de 5 años. las imágenes diarias de la guerra de Irak son desoladoras. cuerpos incinerados, soldados y civiles mutilados, grandes manchas negras de sangre decorando calles y muros en ruinas, cañones escupiendo fuego en mitad de la noche, mujeres sin rostro alzando las manos al cielo y gritando cosas que John no entiende. cuando John se levanta del sofá, suspirando fuertemente y diciendo no con la cabeza, Terry lo ve y corre hacia madre para contarle que padre está triste. madre lo sabe. todos en el pueblo lo saben y todos están tristes. la guerra fue un error y una tragedia. mientras John contempla su pequeño arsenal de armas acondicionado sutilmente en la pared del salón y destapa una cerveza, se da cuenta de que cada vez las usa menos. la guerra es un error y una tragedia: el precio de las balas en todo el país está por las nubes.

7.8.08

personas humanas


ser es algo que no nos podemos permitir en estos momentos

bolero venéreo

plántate en el cielo
a esperar que autistas querubines
traigan panaceas
para evitarte el dramatismo
que te cuelga de los pechos
y miénteme con el cariño
que te invade
por sentirte parte
de esta madriguera

hipopótamo-verano

bosteza,
en la medida de lo posible
(y de las cosas),
para abstraer el aire
que me rodea
y asfixiarme

naturaleza muerta

no tengo dinero ni más comida que un gran trozo de queso gruyere que descansa sobre un plato blanco y redondo. era todo lo que había en la nevera. cuando me dispongo a introducir el cuchillo en él, pienso en la Luna, en la Luna llena. me deprime el hecho de atacar a un satélite que bien podría ser un planeta; no soy un alienígena con fijaciones genocidas. sacudo mi cabeza, pero en lugar de pensar en Wall-E, veo ahora las piernas y los culos gordos y esponjosos de mis tías en la playa. me deprime y me da asco el hecho de pincharles las pier… ¿pero qué haces ahí con el queso? mi madre entra en la cocina, me saca de mi momento-queso y salgo corriendo a la escuela.

6.8.08

yuxtaposición

sos vos
con vos
en mí
un yo
sin vos
conmigo
misma

bronquiolo


inspiro, para inspirarme

letal

conforme el tiempo, el niño se hizo hombre y comprendió tal hecho como se comprende el argumento de una novela rosa. ahora estaba ahí, tendido, impasible. no pensaba en el “error de su vida”; es más, ni siquiera pensaba en nada. veía las luces en el techo y el pelo gris de uno de sus verdugos. notó que éste le daba una orden, obedeciendo al rigor del debido proceso. luego del insignificante esfuerzo, el hombre cerró los ojos y, sin decir palabra, permitió que las sustancias que le arrebatarían la vida fuesen entrando, una tras otra, en el torrente sanguíneo. eran tres; su número de la suerte. el tiempo le pareció tan vasto, que al fin pudo esperar tranquilo.

5.8.08

sísifo

soy esclavo de la ley del mínimo esfuerzo; con esfuerzo llegaré a los treinta

fue todo

me fui en un tren sin rumbo
en una siesta de ronquidos seminales
de pronto ya no estaba, huía
mi piel se convertía en un pigmento...
hube una vez también de irme
solo, colgando del anzuelo de la vida
jamás pude esperarme
llovía, el suelo, miraba...

4.8.08

charles, henry, hank, buk...


no estaba muerto, andaba de parranda... just like Elvis

quizás

cuando por fin tengas ojos, mírame

3.8.08

momento vácuo

érase un estetoscopio que enloquecía al escuchar que el corazón más endiablado y cursi prefería enmudecer antes de que algo o alguien se propusiera mancillarlo o aprovecharse de él con más amor del que jamás podría imaginar

jardín

tras la bravata de libélulas
desciendo en tu frente
y te apostrofo con versos cortos
de emisoras verdes

boda coq


hasta que otro gallo cante, o algún paso de cebra nos separe

2.8.08

mister lacan*

la sombra es un espejo, otro


*según niña-pájaro

ríete hiena

me siento tan solo, a menudo... bueno, todos los días (sí, ríete hiena, ¿acaso sabes hacer otra cosa?)... que me da por ir a un Starbucks (2 y hasta 4 veces, diariamente) por el insuperable placer que supone que el o la sonriente dependiente (hiena, ¿sabes que los de McDonald's sonríen más aunque sus dientes sean menos blancos?) me pregunte mi nombre