20.12.09

colofón al himno de los estorninos

ahora pagarías por volver a la maleza
a tu nido de salvaje polvo, telarañas y papeles muertos
quisieras instalarte en un rincón y enmohecer
junto a las telas rotas y a los restos de tu otrora vida


y aunque el cielo desfleme día y noche
sigue siendo el mismo: caudillo impávido e implacable
y estos cimientos que apenas resisten
serán historia con el despunte odioso del invierno



porque acuérdate, me digo, que la ciudad
te ha visto siempre como un peón herido y apenado
te ha esculcado —como al cadáver de un pelele—,
con sus fórceps fríos y oxidados



¿y qué ha encontrado?, me respondo
frágil osamenta apenas humeante de tan derruida
jardines con recuerdos aplastados y molidos
líquido vertido en dosis de inquietud y turbulencia

17.12.09

muchedumbre

miles de voces
como cascabeles
disecados
rompiéndonos
la crisma
en esta atmósfera
vidriada