16.6.09

presque vu o del exterminio de un paramnésico futuro

yo frente a mí, deshabitando la noche, un reflejo, Erzsébet Báthory en tono azul cristalino y el olvidado canotier en el que habita un conejo, un conato de conejo, viernes santo, yo detrás de mí, lacrimal, tirando dados como quien bosteza, recuperando paisajes uterinos, deja que subaste mi prehistoria, que se globalicen mis facciones, soy ese sonámbulo que se encamina hacia la muerte, que al despertar, ausente como un añorado brazo por su ahora «muñón afligido», sonríe con alaridos explosivos al saber que sigue vivo, y todo tiene la pálida luz de los días sucios, de las sucias heridas, de las grietas en los paredones de fusilamiento, del rechinar de la ciudades de Céline, e intento saber mi futuro en el pozo del café que me he bebido, pero sólo veo casas sin ventanas, hígados de ballenas varadas y el cadáver de una rubia cucaracha

2 comentarios:

natalia dijo...

Puedo decir: silencio?

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Abrazo

Prado dijo...

las rubias cucarachas me recuerdan a mí de niño.